Ahí viene el Coco

Resulta que ahora todos los habitantes del planeta tenemos que creer que China es una nación pérfida y ambiciosa que quiere dominar el mundo, al tiempo que las autoridades estadounidenses hablan alegremente una y otra vez de un supuesto derecho inalienable a, precisamente, dominar el mundo. ¡Hay que tener la cara dura! Aclaro que este planteamiento no implica necesariamente una toma de partido entre los Estados Unidos y China. Se trata de una constatación realista. En definitiva, toda nación puede llegar a ser tan pérfida y ambiciosa como su poder se lo permita y ella escoja aplicarlo.

Lo que sucede es que la supuesta maldad del imperialismo chino está por demostrarse, mientras que la del imperialismo estadounidense y la de los viejos imperialismos europeos… Bueno, de eso ya deberíamos saber bastante, pues está muy bien documentado en los registros históricos y también está muy presente, al punto de que los cubanos llevamos más de 60 años bajo bloqueo estadounidense. Se trata de una diferencia muy importante.

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