Política demencial
Política demencial
Tomado de la cadena alemana DW:
En un acto del Partido Demócrata, celebrado el jueves (6.10.2022) en Nueva York, Joe Biden advirtió que "no nos hemos enfrentado a un posible 'Armagedón' desde Kennedy y la crisis de los misiles" en Cuba, en 1962. "Por primera vez desde la crisis de misiles en Cuba, tenemos una amenaza directa del uso de armas nucleares", insistió.
El presidente estadounidense dijo que su homólogo ruso, Vladímir Putin, se encuentra en una situación en la que es difícil encontrar una salida -especialmente tras los últimos reveses militares en Ucrania- y que, probablemente, esté buscando soluciones que le permitan salvar la cara.
Biden agregó que lo conoce "bastante bien" y que no bromea cuando dice que podría utilizar armas tácticas nucleares o biológicas, porque sus Fuerzas Armadas están demostrando un nivel inferior al que se esperaba. "No creo que se puedan usar armas tácticas nucleares sin terminar en el 'Armagedón", advirtió el mandatario.
Si esta evaluación del presidente Biden fuera estrictamente correcta -y siguiendo su lógica-, entonces la única opción racional, prudente y éticamente aceptable para el gobierno de Estados Unidos sería propiciar urgentemente una negociación diplomática que acomode los intereses vitales y permita “salvar la cara” a todas las partes implicadas en el conflicto.
En lugar de eso, la estrategia imperialista, expansionista y antirrusa de Estados Unidos y de la OTAN (acicateada por el cada vez más poderoso complejo militar-industrial), además de haber sido la causa fundamental de la guerra en Ucrania, lo único que ha hecho desde el estallido del conflicto militar ha sido echarle más leña al fuego “hasta el último ucraniano”, de una manera temeraria, criminal y demencial que ha conducido a la humanidad al borde del abismo y, probablemente, del apocalipsis atómico.
Dada la gravedad del asunto, es inevitable tener presente que el mandatario estadounidense ha dado claras manifestaciones de demencia senil y que siempre tiene muy cerca el maletín nuclear. Tampoco es totalmente descartable que, dada su avanzada edad y aunque sea de manera inconsciente, tenga un deseo íntimo de que la humanidad entera se vaya de este mundo junto con él (los psicólogos podrían ayudarnos mucho en este aspecto). Se trata de una situación extremadamente preocupante y, al parecer, prácticamente nadie se da cuenta ni habla eso. Lamento mucho tener que decirlo sin que me quede nada por dentro pero, llegados a este punto, en estos momentos preferiría mil veces a Donald Trump al frente de la Casa Blanca.
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