Los Estados Unidos preparan ejércitos regionalizados
Los Estados Unidos preparan ejércitos regionalizados
Roberto M. Yepe Papastamatin
Profesor en el Instituto
Superior de Relaciones Internacionales “Raúl Roa García”
El
pasado 19 de octubre el diario The New York Times publicó un reportaje que
debiera preocupar seriamente a todos los gobiernos y las fuerzas políticas y
sociales que defienden la soberanía de sus respectivos países y que luchan por
un mundo más equilibrado. Con el sugestivo título de “Los Estados Unidos
preparan una estrategia para África, en Kansas”, el trabajo del periodista
Eric Schmitt impresiona por la claridad con la que revela la estrategia del
Pentágono para superar los fiascos de Afganistán e Iraq y mantener la
supremacía hegemónica de los Estados a nivel mundial, esta vez con una utilización
más eficiente del poder militar.
Según
el reportaje, miles de efectivos militares anteriormente destinados a Iraq y
Afganistán se están alistando en Fort Riley, Kansas, para desarrollar misiones
en África, como parte de una nueva estrategia del Pentágono para entrenar y
asesorar fuerzas nativas en el enfrentamiento a “amenazas terroristas” y “otros
riesgos de seguridad”, de manera que las fuerzas estadounidenses no tengan que
hacerlo directamente. En la etapa inicial de este programa, se está utilizando
una brigada de 3 mil 500 efectivos de la Primera División de Infantería del
Ejército, conocida como la Big Red One, para desarrollar más de 100 misiones en
África durante el próximo año. Estas misiones abarcarían desde equipos de dos
francotiradores en Burundi, hasta ejercicios aerotransportados y humanitarios
en Sudáfrica con agrupaciones de 350 soldados. Equipos de la brigada que se
prepara en Kansas ya han entrenado a fuerzas en Kenya y Tanzania que en este
momento están enfrentando al movimiento Al-Shabab en Somalia. Según el teniente
coronel Robert E. Lee Magee, cuyo batallón ha enviado tropas a Burundi, Níger y
Sudáfrica durante los últimos meses, y cuya unidad se desplegará en Djibouti el
próximo mes de diciembre, “nuestro objetivo es ayudar a los africanos a
resolver los problemas africanos, sin tener una gran presencia estadounidense”.
Siempre
siguiendo el reporte del diario neoyorquino, “el Comando militar de los Estados
Unidos para África es el balón de ensayo para este nuevo programa del Ejército,
con la finalidad de crear brigadas alineadas regionalmente que eventualmente se
extenderán a todos los comandos del Pentágono que se ocupan de las distintas
zonas geográficas del mundo, incluyendo Europa y América Latina el próximo
año”. Para el general Ray Odierno, Jefe del Estado Mayor del Ejército, el
objetivo es alistar un ejército que pueda ser utilizado regionalmente en todos
los comandos combativos, “con la finalidad de sostener y ejecutar nuestra
estrategia de seguridad nacional”.
Para
cualquier lector bien informado resultará evidente el significado del manido
concepto de la “seguridad nacional” estadounidense. En tiempos de crisis fiscal
y de un deterioro moral sin precedentes del imperialismo norteamericano, los
estrategas políticos y militares de los Estados Unidos están buscando la manera
de mantener su supremacía global de la manera más económica posible y
minimizando la presencia y las pérdidas de efectivos militares propios. Y para
eso buscan potenciar la preparación y la movilización de fuerzas militares de
otros países, en función de los intereses estadounidenses en cada escenario
regional.
En
el caso de América Latina y el Caribe, este nuevo diseño estratégico fue
plasmado de manera transparente hace un año, en el documento del Pentágono
titulado “La política de defensa para el Hemisferio Occidental”, en el
que se señala sin ningún pudor: “Continuará la identificación de oportunidades
de colaboración para desarrollar asociaciones que trasciendan el hemisferio.
Este enfoque no solo fortalece las asociaciones de los Estados Unidos en el
hemisferio, sino que realza la importancia que ellas revisten para apoyar las
prioridades globales de los Estados Unidos, incluyendo el vuelco hacia Asia y
el Pacífico.” Es decir, lo que se pretende es lograr la movilización
subordinada de las fuerzas militares latinoamericanas y caribeñas en función de
los intereses estadounidenses a nivel global, y particularmente en su objetivo
estratégico de mantener una posición dominante en Asia y contener la emergencia
de una nueva superpotencia en esa región.
La
nueva estrategia regional de los Estados Unidos requiere una respuesta de
América Latina y el Caribe, y esa respuesta también debería ser regional. Sin
dudas es un tema sumamente pertinente para discutir en el Alba-TCP, el Consejo
de Defensa de Unasur y en la Celac. No se trata de previsiones agoreras de
militantes radicales de izquierda o anti norteamericanos. Los propios
documentos del gobierno de los Estados Unidos y la prensa de ese país nos están
advirtiendo sobre lo que viene. En el nuevo equilibrio mundial que se va
conformando, urge defender la autonomía estratégica de América Latina y el
Caribe no solo en la dimensión política, sino también en la militar.
Publicado
en:
ALAI, América Latina en Movimiento: http://alainet.org/active/68569
Radio La Primerísima: http://www.radiolaprimerisima.com/articulos/4645
De Verdad digital: http://www.deverdaddigital.com/prensa-INTERNACIONAL/semana/
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